dimecres, 24 d’abril del 2013

Per què s’han de fer públiques les dades del suïcidi?

Arran d’un post que vaig llegir a aquest bloc em va sorgir el dubte de si seria convenient o no que les dades del suïcidi foren públiques. Després de llegir uns quants articles, m’agradaria compartir les conclusions a les que he arribat i convidar-vos a compartir les vostres opinions, sobre tot, perquè considere que aquest és un tema prou delicat en el que actuen molts factors que potser no haja considerat i que podríem debatre entre tots.

Un tema tabú

Els suïcidis han estat silenciats als mitjans de comunicació durant dècades per por a l’efecte contagi tot i que és considerada com la primera causa de mort violenta a Espanya. Uns 3.500 morts a l’any i cap rastre de campanyes socials de prevenció. En molts dels casos s’oculta per l’estigma social i el sentiment de culpa per part dels familiars del suïcida.

Crisi i suïcidis
El suïcidi és una qüestió social, afecta a un gran nombre de persones (nou al dia) i per tant ha de ser considerat com un autèntic problema de salut pública.

Un dels factors desencadenants dels suïcidis són les malalties mentals (les persones que les pateixen tenen major proporció de suïcidis i el risc de patir-los és també major) però a més, intervenen, i són importants, factors socials i psicològics. Malgrat que encara no es poden confirmar estadísticament que el nombre de suïcidis haja augmentat amb la crisi, és inqüestionable pensar que els problemes que està generant la crisi actual afecten directament a l’estat anímic dels individus: atur, desnonaments, impossibilitat per satisfer les necessitats bàsiques, exclusió social, desigualtat, pobresa, pèrdua d’estatus econòmic... Tots estos fets suposen una gran crisi en la vida de l’individu dins de la societat, on l’esperança desapareix i es generen sentiments de desesperació on es fa necessària l’ajuda psicològica. Remarcant els casos més extrems on els individus veuen el suïcidi com l’única eixida, com hem vist últimament amb els desnonaments, per exemple.

Per què és important mantindre informada a la societat sobre els suïcidis?
1. És important fer públiques les dades dels suïcidis, millorar l’arreplegada de dades i les causes de les morts per facilitar posteriors investigacions amb l’objectiu de conèixer més sobre la qüestió i tractar de posar solucions al problema mitjançant campanyes de prevenció de tot tipus.

2. Cal informar adequadament a la societat: ocultar la informació no suposa evitar el problema. Tant l'OMS com el Ministerio de Sanidad reconeixen que pareix existir una associació entre el tractament inadequat de les notícies i l’efecte contagi, no obstant, posen l’èmfasi en que informar a la societat també pot exercir un efecte preventiu del suïcidi (l’efecte Papageno i del que quasi no hi ha informació). Amb aquest objectiu, editaren una guia on dediquen un apartat a les recomanacions per als professionals de la comunicació sobre com abordar i publicar les notícies d’intents de suïcidis o suïcidis.

3. L’individu que es lleva la vida perquè li ho han llevat tot... es mata o el maten?
Quan els suïcidis es produeixen per factors socials, o que esdevenen psicològics per factors socioeconòmics, estem davant d’indicadors que demostren que la societat no està funcionant bé. És la conseqüència visible de l’impacte extremadament tràgic que poden tindre les polítiques i les lleis, marcades per qui té poder, sobre les nostres vides. Per aquest motiu, cal que les dades siguen públiques i que els ciutadans puguem prendre consciència directa del problema, organitzar-nos i mobilitzar-nos per tal d’acabar amb aquesta situació d’opressió. 


Distintas épocas, mismos ciclos


Karl Marx apuntaba a las prácticas ejercidas por los propios capitalistas como una de las causas de la “pauperización” de la clase obrera, a la creación de un ejército sobrante de obreros que no quedaban empleados y que posiblemente no lo estarían nunca.

Una de las razones era el dogma económico que gobernaba en aquella época, según el cual, la acumulación de capital hacia crecer los salarios, éstos proporcionaban mayor calidad de vida a los obreros con lo que crecía la población obrera, dicha subida se sostiene hasta cierto punto en el cual el mercado se satura, los salarios bajan, estos merman a la población obrera en un momento en el que existen demasiados brazos para el trabajo ofertado.

Son esos obreros forzados a “ociosidad”, al paro, los que presionan a los que están trabajando, ocasión que los capitalistas no dejan escapar. En ciclos de mayor subida, no siempre aumenta el número de obreros empleados, se traslada mayor volumen de trabajo a los que ya se tienen contratados. La presión de la que anteriormente se hablaba surge efecto sobre los empleados que no quieren perder su empleo sabiendo que existen miles de brazos dispuestos a realizar su labor por posiblemente menos salario.

Malthus hablaba del error que suponía para los obreros aumentar su población pues, es necesario que pase una generación para reponer a los obreros empleados, es decir, cada 16 o 18 años existe una “remesa” de obreros. Marx veía estos argumentos como una falta de miras, ya que, Malthus elevaba este problema a nivel de “problema mundial”.

En el presente, en la actual situación social, política y económica nos damos cuenta de que las prácticas capitalistas no han cambiado en demasía, ha cambiado posiblemente el concepto de obrero, pero, la existencia de un capital humano variable sobrante es una triste realidad. Las presiones de las que hablaba Marx siguen notándose y las reacciones de los capitalistas ante estas siguen siendo parecidas. Una de las diferencias es, con respecto a la teoría de Malthus que, con la especialización y los estudios superiores en el ejercito de reserva entran nuevas “remesas” muy por encima de la edad que este marcaba como mínimo de 16/18 años. En la actualidad nos encontramos con el problema de personas con 30 años, un sin fin de estudios y que nunca a tenido la posibilidad de trabajar. Sus brazos “excesivamente” cualificados son sustituidos por el capitalista por otros con menor cualificación pero más baratos de mantener.

Así, asoman una serie de preguntas al respecto: ¿Cuando se alcanzará el “pleno empleo”?, ¿Es posible alcanzar el pleno empleo?, ¿Es posible prevenir los ciclos de depresión capitalista?. 

dilluns, 15 d’abril del 2013

Evolución de la piramide de población en España: El futuro del sistema de pensiones


Durante la carrera ya hemos abordado en algunas asignaturas un tema tan interesante como preocupante: el cambio de la pirámide de población en España.
En el vídeo que se muestra más abajo se cubre la modificación de la pirámide de población desde el año 1900 hasta 1991; para después hacer una proyección de los cambios que se esperan hasta 2050.




Conforme van pasando los años en el vídeo se aprecia cómo se invierte la pirámide poblacional española; siendo las franjas de edad más adultas las que más personas suman.
Dependiendo de la estructura de la pirámide  cada forma se asocia a un tipo de sociedad: Sociedad tradicional, sociedad durante el proceso de la revolución industrial, sociedad occidental,...
La población nacida en el baby boom en la actualidad está trabajando, pero ¿Que pasara cuando estos se jubilen? Unos pocos trabajadores tendrán que sustentar a un número muy creciente de pensionistas: ¿Sera esto posible?
En un futuro bastante próximo ¿seguirá siendo viable el sistema de pensiones tal como lo conocemos ahora?

dimarts, 9 d’abril del 2013

Reflexiones sobre la demografía


Por María Luisa Giménez

¿Hasta qué punto conviene a los gobiernos una ciencia como la demografía, si puede servir para enmarcar los procesos de cambio social y profundizar en sus bondades y vilezas? La ciencia demográfica fue muy promocionada, en su día, y todavía lo es cuando se trata de conocer las dimensiones cuantitativas de las sociedades -especialmente de las economías- para verificar a golpe de estadística que nos dirigimos hacia el crecimiento, aunque ello pueda ser sólo un efecto psicológico ante tantos números. No obstante puede volverse molesta si se utiliza en la comprensión de fenómenos sociales, y si a través del análisis e interpretación de datos se llega a generar teorías críticas para los poderes políticos y económicos. 

Todo es medido y calculado pormenorizadamente, datos de población, economía y sociedad; número de habitantes, su lugar de residencia y movimientos, los nacimientos, defunciones y causas, matrimonios, migraciones.. interrelacionado con toda suerte de variables. Podemos conocer con precisión matemática datos en materia de educación, salud, condiciones de vida, mercado laboral, finanzas, censo y resultados electorales.. cuantas más cantidades mejor. 

Pero del mismo modo podemos conocer la tasa de paro, la tasa de riesgo de pobreza, de riesgo de exclusión social. Así sabemos que cerca de dos millones de hogares están con todos sus miembros en paro, 500000 viviendas tienen cero ingresos, al día se suceden 300 desahucios, un 40% de personas mayores están ayudando a sus hijos etc.  

La sensibilidad de los datos demográficos y las conclusiones que pueden alcanzarse con ellos origina el camuflaje y el intento de ocultación de los mismos. Han existido claros ejemplos de gobiernos no democráticos que los han manipulado a su conveniencia. Un típico ejemplo es la publicación de suicidios. Incluso en España, donde evidentemente sí se publican estos datos, se ha generado una gran controversia cuando se atribuye a la crisis económica y más concretamente a los desahucios, la causa de algunos de los suicidios de los últimos años; una cuestión polémica y en todo caso digna de análisis y debate ante la incertidumbre de la relación entre una cosa y otra, dado que el INE no recoge este parámetro proliferan las noticias y emergen las "bases de datos" paralelas, sería un síntoma de salud democrática que estas listas se confeccionaran desde las instituciones públicas y se instaran estudios que intentaran determinar las relaciones causa-efecto.

Y es que siempre se puede lograr una radiografía de la sociedad a partir de la interpretación de la trayectoria de las cifras: personas que pierden su empleo, pierden su capacidad de consumo, las actividades culturales y de ocio desaparecen de sus vidas, menguan sus ingresos por debajo del nivel suficiente para satisfacer necesidades básicas, pierden su vivienda por impago, no pueden asumir la parte a pagar del material y libros de un hijo ya abocado al fracaso escolar, pasan a convertirse en carga sobre un padre jubilado cuya pensión se ha de dividir entre los gastos propios, los de varios hijos y los de medicación y tratamientos, acabando finalmente en la precarización casi irreversible y simultánea de tres generaciones. 

Entonces quizás resulta conveniente el divorcio entre el análisis y la teoría.